Un grupo de los primeros egresados de Medicina de esta casa se reencontró una década y media después de finalizar sus carreras. Festejaron, repasaron sus desafíos, sus logros y lo que significa ser la primera camada de una carrera con un sistema formativo completamente diferente.
“No importó el feriado por la Inmaculada Concepción de María, la tranquilidad de un día no laborable, ni las altas temperaturas ni las secuelas del tornado. Ayer, los primeros médicos egresados de la Universidad Nacional del Sur, luego de rendir un examen optativo y complejo, con sus chaquetas y estetoscopios, tenían ganas de festejar tras alcanzar la ansiada meta” destacó en una de sus páginas La Nueva Provincia el 9 de diciembre de 2010. Un día antes un grupo de 25 estudiantes había rendido su final integrador optativo en el Hospital Municipal y junto a otros 7 que ya habían aprobado la etapa obligatoria, se convertía en la primera promoción de médicos y médicas recibidos en Bahía Blanca.
La carrera de Medicina en la UNS tuvo un trayecto tortuoso desde su creación hasta su implementación, e implicó sobre todo un cambio de mentalidad sobre la formación tradicional en este campo de la salud. Con un aprendizaje basado en problemas, trabajo en pequeños grupos fuera de las aulas y mucho enfoque en los casos y el territorio, se trata de un paradigma diferente que, 15 años después, todos coinciden como valorar en muy positivo.
“Una de las cosas que más destaco es la personalización de la carrera. Yo tuve la experiencia cortita pero intensa de ir a estudiar a La Plata y la realidad es que el trato es completamente diferente. En las universidades grandes parece que si te va mal mejor. Nosotros, por ser los primeros, fuimos los más mimados, pero no por eso los menos exigidos. Eso es bueno destacarlo, por el nivel académico de la UNS. Nos mimaban un montón pero también nos exigieron mucho”, recordó Carolina Reinhardt.
La carrera se había creado en 1998, pero se puso en marcha recién en 2005 con la inscripción de su primera cohorte, integrada por 35 estudiantes, de los cuales el 98 % obtuvo su título en 2010
“Era un modelo completamente distinto, no tenías el famoso cuatrimestre con cuatro o cinco materias, sino que veíamos todo por unidad. Eso hacía que uno tuviera una experiencia inmersiva en lo que estaba estudiando. Y el contacto con el hospital y las salas de atención primaria desde el minuto cero para mí eso fue súper importante”, agregó.
La carrera de Carolina continuó con clínica médica en la Fundación Favaloro y luego Oncología en el Hospital Alemán. Ahora se encuentra en General Roca. “Estamos tratando de armar un servicio de Oncología acá, con mucho trabajo”.
“Para mí la UNS es todo, yo fui desde chiquitita a la UNS porque fui estudiante de la Escuela de Cultura y Ganadería. Así que, ya desde pequeña, la UNS es todo para mí. Desde el punto de vista profesional, es la que me hizo la persona que soy hoy”, completó entrevistada por Radio Universidad.
“Es un orgullo haber formado parte de la primera corte y ser parte de la historia. La verdad fue un trabajo muy arduo, había muchas dificultades para generar la carrera acá en Bahía Blanca porque no sólo por lo que implica traer una carrera nueva sino porque se estaba planteando un formato educativo completamente distinto”, remarcó por su parte la médica Vanina Martínez. “Es un programa de aprendizaje basado en problemas, basado en el paciente, muy individualizado, muy distinto a los que son los programas tradicionales de las carreras de Medicina de las universidades en general”, explicó.
“Dentro de la comunidad médica de Bahía Blanca había cierta reticencia a que se incorpore una carrera tan distinta, porque generaba dudas en cuanto a la calidad del egresado. Nosotros al ser los primeros ingresantes y los primeros egresados obviamente hicimos camino al andar y generamos todos los cambios que fueron necesarios para mejorar esta calidad educativa que hoy en día es de excelencia”, remarcó.
“Nosotros estamos más que agradecidos de haber contribuido desde nuestro punto de vista como estudiantes a generar una carrera mejor para la comunidad. Nosotros teníamos en ese momento también mucha participación comunitaria. Creo que eso es un fuerte también de la carrera, sacar el hospital de la centralización de la institución y llevar la medicina a la población a los barrios periféricos. Nosotros trabajamos en barrios muy humildes y aprendimos mucho, y eso se sigue sosteniendo”, reconoció
Martínez recordó a los docentes que marcaron su formación: Marcelo García Diéguez, Alejandro Cragno, Mario Sardiña, Marta Del Valle y especialmente a Germán Ramallo, quien fue determinante para elegir su orientación por la Cardiología. “Me toca este año ser la presidenta del distrito de la Sociedad Argentina de Cardiología acá en Bahía Blanca, así que el año 2026 con muchos proyectos desde mi enfoque de formación y esto tiene que ver la carrera, porque quiero darle un enfoque comunitario”
“Soy muy feliz con mi profesión, en mi caso son más palabras de agradecimiento que otra cosa sobre todo esto por haber podido formarme y hacer hincapié en la universidad pública. Porque la realidad de muchas de las familias de los egresados era que estaban imposibilitados de irse a otro lugar, y el hecho de tener la carrera acá y podernos formarnos en la universidad pública fue determinante”, concluyó.

En la reunión participaron algunos docentes, y dejó un mensaje para sus ex alumnos la doctora Marta del Valle. “Dicen que uno nunca olvida su primer amor. Y nosotros nunca olvidamos a nuestra primera cohorte, esa mezcla única de entusiasmo, curiosidad y coraje que se animó a un programa que recién se escribía mientras caminábamos”, les dijo.
“Hoy están acá, convertidos en profesionales enormes, personas integras y maravillosas, pero también -y permítanme decirlo con enorme orgullo- en especialistas de altísimo nivel: de todas las especialidades clínicas, quirúrgicas, pediátricas, terapia, gineco, endócrino, imágenes, anestesia, y todas, todas las áreas de la medicina donde ahora brillan… colegas de los que uno presume en voz alta. Y donde más de una vez pensamos y decimos: ‘¿Ves esa terapista? ¿Ese cirujano? ¿Esa pediatra? Son de nuestra primera cohorte”, les dijo su ex profesora emocionada.
Los primeros egresados

Los primeros 33 diplomas de Médicos y Médicas se entregaron el 20 de mayo de 2011. Entre quienes prometieron “solemnemente consagrar su salud al servicio de la humanidad y velar con el máximo respeto por la vida humana” -como dice un fragmento de la Declaración de Ginebra- se encontraba Federico Ignacio Zeppa, quien además fue el mejor promedio del acto, al finalizar con 9.24.
Los títulos restantes fueron para Guadalupe Alduvino Vacas, Ana Claudia Badino, Inés Adriana Balza, Leticia Antonela Bandoni, Aniela Belén De Salvo, Nicolás Andrés Dosso, Gisele Durán, Manuela Falconi, Gisela Alejandra Frasca, Maximiliano Garcés, Carolina Paola Gilardi, María Eugenia Gullace, Carolina Verónica Helbert, Verónica Susana Herrero, Marco Eugenio Hoffman, Mariana Lauronce, María Soledad Luján Ferradas, Luciano Emilio Manassero, Andrés Eugenio Martin, Romina Mertínez Urquiza, Vanina Gisela Mertínez, Pablo Daniel Micucci, Karina Soledad Panis, María Carolina Panzitta, Marcos Enrique Paz, María Soledad Pellegrini, Milca Ester Peralta Repp, Carla María Pompei, Carolina Patricia Reinhardt, Natalia Elizabeth Ruppel, María Eugenia Tilleria y Romina Andrea Villalba.