Son las bahienses Valeria Guinder y Azul Gilabert, que estarán un mes embarcadas en un buque científico de última tecnología estadounidense para estudiar qué ocurre en el fondo del mar en los cañones de Chubut y Viedma. Se realizará la cobertura en vivo, como ocurrió con la campaña en Mar del Plata.
“Es una experiencia original e inédita en el estudio de nuestro mar, es la primera vez que logramos reunir especialistas de diversas disciplinas de la oceanografía. Hace más de un año que estamos trabajando para esta expedición”, contó la doctora Valeria Guinder, investigadora independiente del Instituto Argentino de Oceanografía.
Entrevistada por AM 1240, Guinder contó que estarán varios días en viaje en el barco científico estadounidense hasta llegar a los lugares que desean investigar, que son los cañones Bahía Blanca (Río Negro) y Almirante Brown (Chubut).
“Es un proyecto de investigación multidisciplinaria en el Atlántico Sudoccidental junto con el buque del Schmidt Ocean Institute, en el que se estudiará la topografía del fondo marino, las propiedades hidrográficas y químicas de la columna de agua, las comunidades planctónicas, las trayectorias de partículas en suspensión y la velocidad y dinámica de las corrientes marinas”, indicó en el programa “Agenda pública”.
“La expedición permitirá comprender cómo la Corriente de Malvinas, que transporta aguas frías y ricas en nutrientes, corre por el borde del talud continental argentino e interactúa con la topografía de los cañones, fertilizando el margen externo de nuestro mar”, dijo.
La travesía se denomina “Ecos de dos cañones” y las transmisiones se realizarán a partir de que lleguen al primer cañón, y pueden seguirse a través del canal https://www.youtube.com/@SchmidtOcean
El buque de investigación Falkor posee 8 laboratorios, incluido uno principal de 105 m2, uno dedicado a los húmedos, científico de agua de mar, electrónica informática, robótica y frío para trabajo biológico. Tiene 83m de eslora y 13m de manga.
Una parte de la campaña será destinada al agua, otra será sobre el “mesozooplancton”, pequeños animales flotantes que miden menos de medio milímetro.
Valeria Guinder tiene 44 años, es graduada de la UNS (doctora en Biología y licenciada en Ciencias Biológicas). En el IADO está a cargo del grupo de Plancton Microbiano.
Azul Gilabert tiene 31 años, es licenciada en Oceanografía de la UNS, becaria doctoral en el IADO y jefa de trabajos prácticos de la carrera de Oceanografía del Departamento de Geografía y Turismo.
Guinder trabajará con sofisticadas técnicas de recolección de muestras. Usará la llamada “rosseta con botellas Niskin”: un sistema que toma agua a diferentes profundidades y mide temperatura, salinidad, oxígeno y fluorescencia.
Así se sabrá, por ejemplo, si el agua que sube por los cañones es más rica en nutrientes, un dato necesario para conocer si llega a alimentar mejor la vida marina de la zona.
Explicó que la tarea seguirá luego, con trabajos en laboratorios de nuestro país, Alemania, Brasil y China.
“Para nosotros es fascinante poder contarle a la gente lo que ocurre en el océano, mostrar que detrás del azul uniforme del mar existe un mosaico de ecosistemas con enorme riqueza y que necesitamos conocer y proteger”, indicó.
El Smith Ocean Institute, propietario del Falkor, es el principal financiador. Cubre la campaña y la estadía de los científicos a bordo y provee toda la infraestructura de una embarcación equipada con laboratorios, cámaras de conservación y flujo de agua continuo.
La campaña combina un abordaje interdisciplinario y el uso de tecnologías de vanguardia. El despliegue de 46 boyas con sensores y GPS que permitirán seguir en tiempo real los desplazamientos de las corrientes marinas de superficie, además del fondeo de una boya fija de gran tamaño equipada con instrumentos meteorológicos y oceanográficos, que medirá variables como radiación solar, temperatura y humedad del aire, temperatura, conductividad y movimientos verticales y horizontales de masas de agua en toda la profundidad.
También se utilizarán equipos innovadores como un glider —similar a un pequeño submarino autónomo— que recopilará, durante 20 días, datos continuos de clorofila, temperatura, salinidad y oxígeno disuelto en los cañones del sistema Bahía Blanca. Además, se realizarán bajadas al fondo marino con el ROV SuBastian (vehículo operado remotamente desde el barco) que llevará a cabo cinco inmersiones de hasta 1.000 metros de profundidad para obtener imágenes y muestras de sedimentos. Asimismo, se realizará un relevamiento topográfico del fondo marino mediante ecosondas de tecnología acústica, con el fin de obtener una batimetría de alta resolución.
La expedición, que se extenderá por un mes, está dirigida por la oceanógrafa Silvia Romero (Servicio de Hidrografía Naval, UNDEF, UBA, IFAECI) y reúne a 25 especialistas en biología, química, física y geología marina de diferentes institutos del CONICET, del Servicio de Hidrografía Naval, del INIDEP, y de universidades nacionales.
La mayoría de la tripulación está compuesta por mujeres. Una de las codirectoras de la expedición es bahiense, aunque se formó en la UBA. Se trata de Laura Ruiz Etcheverry, del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA).
La expedición contará también con el apoyo de la Fundación Williams, la NASA y equipos científicos de Argentina, Italia y Francia.
Alumnos de la Escuela de Educación Secundaria Nº 1 “General Enrique Mosconi” de Ingeniero White (que recibió un premio para mejorar la sala audiovisual) fueron elegidos para establecer una conexión directa con el barco.
