Según un análisis de dos especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (UNS-CONICET), a pesar de que se observan avances generacionales, persisten problemas de acceso, permanencia y finalización de la educación obligatoria.
Un Informe de Educación en Bahía Blanca 2025 caracteriza a la población de la ciudad con relación a su educación y señala que el 29% de los adultos no completó el secundario, un nivel considerado indispensable tanto para el mundo de trabajo como para el ejercicio de la participación ciudadana.
El análisis, elaborado por las doctoras María Marta Formichella y Natalia Krüger, investigadoras especializadas en economía de la educación del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) dependiente de la UNS y el CONICET, muestra que, en contraste, el 44% de los adultos tuvo una trayectoria avanzada y accedió a la educación de nivel superior.
La información surge de la Encuesta de Inclusión Social Sostenible 2024, un relevamiento de 1.411 hogares (3.851 personas) representativo de toda la ciudad, realizado por el IIESS para el Municipio de Bahía Blanca. Se trata de un tamaño muestral que triplica el de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC y analiza dimensiones socioeconómicas no disponibles en otras fuentes, por lo que representa una herramienta de alto valor para la ciudadanía y para el diseño de políticas públicas locales.

Brechas educativas
El informe revela que a pesar de que hay avances generacionales ―los más jóvenes logran obtener el título secundario en mayor medida que las generaciones previas―, persisten problemas de acceso, permanencia y finalización de la educación:
- Entre los jóvenes de 18 a 24 años, 19% no terminó la secundariay unos 3.000 de ellos ya no estudian (8%).
- Cerca de 600 niños, niñas y adolescentes entre 3 y 17 años están fuera del sistema educativo.
- La repitencia afecta al 11% de quienes están en edad de cursar primaria o secundaria, con mayor incidencia en el nivel medio.
A su vez, los datos señalan que coexisten dos problemas: finalizar la secundaria aún no es universal y, entre quienes lo logran, no todos lo hacen en el tiempo teórico esperado.
El vínculo entre educación y trabajo
La mayoría de los jóvenes que han interrumpido su escolarización antes de finalizar el secundario se encuentran económicamente activos, es decir, ocupados, buscando empleo o disponibles y dispuestos a trabajar.
El informe confirma que el nivel educativo está fuertemente asociado a la calidad de los puestos de trabajo. Quienes completaron el secundario presentan menores tasas de desocupación, subocupación y vulneración de derechos laborales (aportes jubilatorios, cobertura de salud, estabilidad).
“La educación de las personas es un factor clave para brindar condiciones de vida más favorables: a medida que crece el nivel educativo del sostén de los hogares, se observan drásticas caídas en círculos viciosos conocidos como “trampas de pobreza””, se destaca.
Mujeres con mayor nivel educativo
Según los datos relevados, el capital educativo femenino es más elevado: entre las personas mayores de 24 años, 32% de las mujeres completó el nivel superior, frente al 23,5% de los varones.
El informe es continuación del basado en la Encuesta del Proyecto Unidad Ejecutora 2021 y, si bien exhibe mejoras leves respecto a los resultados de entonces, Bahía Blanca enfrenta deudas educativas persistentes. Entre ellas: asegurar la finalización del secundario, reducir la repitencia, incorporar a quienes están fuera del sistema y abordar las desigualdades de origen que generan trayectorias educativas más frágiles.
Las autoras subrayan la necesidad de políticas integrales, que articulen los ámbitos educativos, sociales, laborales y urbanos, y que convoquen tanto a Estado, escuelas y familias como a la comunidad académica para avanzar hacia una ciudad con mayores oportunidades educativas y de desarrollo.